viernes, 30 de enero de 2015

Persiguiendo a Silvia, Elísabet Benavent

Llegué a Elísabet Benavent a través de la serie Valeria, cuyas aventuras y desventuras amorosas me parecieron un soplo de aire fresco en un género cargado de estereotipos y clichés, en auge pero en el que es difícil encontrar algo medianamente bien escrito y que no se limite a una sucesión sin sentido de escenas erótico-pornográficas. Su prosa es de lo mejor que me he encontrado en este tipo de literatura. Es fresca, tiene chispa, consigues conectar con los personajes y tiene un gran sentido del humor. Aunque, sinceramente, la serie se me hizo larga.
Por ello, cuando estas navidades una amiga me ofreció la lectura de Persiguiendo a Silvia y Encontrando a Silvia los acepté. Esta vez dos entregas, no cuatro. Una lectura ligera, para desconectar, sin demasiadas exigencias. Confieso que me duraron tres días y que, no siendo mi género preferido, me entretuvieron y me arrancaron más de una sonrisa.



Sinopsis:

Silvia trabaja en una importante multinacional y está perdida.
Silvia necesita encontrar a alguien para olvidar a Álvaro.
Álvaro es su jefe y acaba de romperle el corazón.
Bea, su mejor amiga, le propone un viaje…
Y allí Silvia se encuentra con Gabriel…
Gabriel es una estrella de rock y también tiene problemas.
Silvia y Gabriel conectan desde el principio.
Y pronto descubrirán que ese encuentro cambiará sus vidas.

Tras el éxito de ventas y crítica de la saga Valeria, Elísabet Benavent nos vuelve a enamorar con una historia en dos partes —Persiguiendo a Silvia y Encontrando a Silvia— que habla de amor, de amistad y de sexo al más puro estilo Valeria con unos personajes inolvidables que te volverán loca. Una novela ágil, llena de vitalidad y humor que nos habla de lo difícil que en ocasiones resulta amar a alguien.


Mi lectura:

Como decía leí Persiguiendo a Silvia y su continuación, Encontrando a Silvia, durante las navidades. No es que haya pasado mucho tiempo pero para escribir estas impresiones volví a sacarlas de la estantería (no es que no devuelva los libros que me prestan, es que aún no he vuelto a quedar con mi amiga) para refrescar algún que otro dato y acabé leyéndolas otra vez. Con esto quiero decir que Elísabet Benavent no escribe sólo literatura romántico-erótica sino que tiene más. Sus historias te enredan de tal manera que no puedes parar de leer. Tiene la misma facilidad para escribir bonitas situaciones de amor como escenas duras o para inventarse circunstancias disparatadas en la que la protagonista se ve abocada o provoca ella misma con su desparpajo. Éstas últimas son geniales. La gente me miraba raro en el autobús, yo allí sentada riéndome sola con un libro en las manos. Con esto no quiero decir que no haya en sus novelas escenas eróticas, que las hay, bien contadas y desarrolladas, nada vulgares, con buen gusto y siempre como parte de la vida de la protagonista. La novela no está al servicio de ellas sino al revés.

Pero vamos a la historia que Silvia, la protagonista, nos narra en primera persona. A través de ella y de su gran sentido del humor sabemos que trabaja en una oficina y que está enamorada de Álvaro, su jefe, con quien tuvo una relación. Alternando capítulos en presente y pasado conocemos cómo la atracción pasó a relación y después a ruptura. Entre ellos ahora la situación es de ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio.
Para cambiar un poquito de aires se va de fin de semana a Ibiza con su amiga Bea, la intención es pasarlo bien un fin de semana. Y allí, en la arena de la playa, conoce a Gabriel, un cantante de fama internacional y origen español.
¿Se arreglará la relación con Álvaro o, por el contrario, nacerá algo nuevo con Gabriel? Hay que leer el libro... ;)

Los protagonistas:

Silvia se define a sí misma como vistosa, con el pelo teñido de color ardilla y los ojos color miel. Es sincera, divertida, espontánea y alocada. El trabajo en la oficina le aburre y para paliarlo se le ocurren ideas disparatadas como echar laxante en la fuente de agua o poner a sus compañeros gorros de piscina y cantar que son burbujas del anuncio de Freixenet. Yo que sé de dónde saca Elísabet estas ideas. El caso es que construye un personaje absolutamente divertido, con el conectas y empatizas desde el principio. Debajo de tanta locura hay una mujer fuerte que quiere amar y que la amen.

Álvaro es el jefe de Silvia. Es seis años mayor y, bien sea por la edad o por el origen (niño pijo de los de guardar las apariencias), el caso es que por muy atraído que se sienta por ella no puede con sus originalidades. Le pide que madure, que se comporte como una mujer adulta, sin darse cuenta de que esa espontaneidad es inherente a ella, es parte de la persona de la que se enamoró y sin ella Silvia se apaga a su lado.

Gabriel "es uno de esos niños malos que te arrancan un ronroneo involuntario de la garganta". Tiene el "pelo negro, lacio y siempre desordenado, con un leve toque emo, lleva tatuados has los nudillos de las dos manos". Alto, delgado, le gusta escuchar las historias de Silvia, ella le divierte, le gusta porque no busca nada de él. Pero tiene un pasado oscuro y difícil.

Bea es "una chica menuda que vuelve locos a los hombres porque parece una muñeca." Es la mejor amiga de Silvia, compañera de borracheras y locuras, igual de divertida, y un hombro sobre el que llorar. También es la que le dice las verdades a la cara de su relación con Álvaro.

Todos ellos están perfectamente dibujados y la autora consigue que sean creíbles las situaciones por las que atraviesan. Con una prosa ágil, muy fresca, y manteniendo un buen ritmo a lo largo de toda la novela vuelan las páginas de una historia entretenida y divertida, con su toque de dramatismo. Y es que Silvia, como ella misma se define, es un poco drama queen.

Si creéis que no os gusta el chick-lit es que no habéis leído a esta autora. Pero si Persiguiendo a Silvia cae en vuestras manos id haciéndoos también con Encontrando a Silvia porque seguro que querréis saber cómo continúa la historia.

Un último apunte. Supongo que estos días habréis leído u oído la noticia acerca de las conclusiones del informe "Percepción social de la violencia de género en la adolescencia y la juventud". Lamentablemente retrocedemos en el tiempo (o en realidad no habíamos avanzado tanto). Uno de cada tres jóvenes en España entiende inevitable o aceptable controlar los horarios de la pareja, impedir que vea a su familia o amistades, no permitir que trabaje o estudie o decirle lo que puede o no puede hacer. Lamentablemente también en este género literario que muchas mujeres jóvenes leen los protagonistas prototipo suelen ser una mujer joven que se enamora de un hombre un poco mayor, que es posesivo, autoritario y hasta violento. Normalmente rico, eso sí. ¿Estamos normalizando relaciones insanas?
Elísabet Benavent se postula en contra. Desde su página Beta coqueta se confiesa asustada ante la situación. Así, en la novela no encontraremos frases del tipo "Eres mía" ni héroes controladores que se quedan con la chica. Bien por ella.

En este enlace podéis leer las primeras páginas de la novela.


Ficha técnica:

Persiguiendo a Silvia
Elísabet Benavent
Editorial Suma de Letras
Páginas: 536
Publicación: 04/06/2014
Género: Novela Romántica /Chick lit
Precio: 17,00 €
ISBN: 9788483656594
Ebook:  Precio: 8,99 €; E-ISBN: 9788496463295


4 comentarios:

  1. No es un género que disfrute mucho así que esta vez no me dejo tentar.
    Besotes!!!

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  2. Lo leeré pero más adelante qu ela saga Valeria me gustó mucho.

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  3. Yo los leeré más adelante también. La saga Valeria me enganchó por completo. Besos.

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  4. No me disgustaría nada leerlos y me parece un punto a favor eso de no favorecer el machismo y el control.
    Un beso!

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