domingo, 1 de diciembre de 2013

Los demonios de Berlín, Ignacio del Valle

Los demonios de Berlín cierra la magnífica trilogía protagonizada por Arturo Andrade,  iniciada por El arte de matar dragones y seguida de El tiempo de los emperadores extraños.
A pesar de ser una trilogía no es necesario leer ninguno de los títulos precedentes para comprender totalmente la historia que Ignacio del Valle nos narra y la personalidad del protagonista de las tres novelas aunque vamos viendo su evolución a lo largo de ellas.






Sinopsis:

«El abismo de la historia es lo bastante profundo para acogernos a todos.»

Arturo Andrade, soldado de la División Azul a quien ya conociéramos en El tiempo de los emperadores extraños, vuelve a protagonizar uno de los episodios más siniestros de la historia contemporánea: el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Berlín, 1945. Los soviéticos avanzan, imparables, por las calles llenas de escombros, la lucha es durísima en la ciudad y la derrota alemana, inminente. Arturo Andrade está en medio de aquel caos. Su misión: hallar a Ewald von Kleist, un científico alemán, a quien encuentra muerto en la cancillería del Reich con un misterioso diagrama en los bolsillos.

Así comienza este thriller escrito con pasión y rigor documental, que con un ritmo que no da respiro al lector nos acerca a un personaje que deberá enfrentarse a múltiples demonios, ajenos y propios, para salvar lo único que parece escapar a ese entorno atroz: el amor de una mujer.


Mi lectura:

A medio camino entre la novela negra y el género histórico Ignacio del Valle vuelve a cautivarme con un impresionante retrato bélico en el que se percibe todo el horror de la guerra.

Arturo Andrade, quien luchara en la guerra civil del lado franquista y acompañase a la Divisón Azul en su lucha contra los comunistas al frente de Leningrado, se encuentra en Berlín. La ciudad está asediada, son los últimos días de la batalla, los rusos se acercan cada vez más,... Sin embargo los alemanes se niegan a rendirse. Aún tienen una esperanza: una nueva, secreta y devastadora arma. En medio de este desastre aparece el cadáver de uno de los científicos encargados de su desarrollo cuyo asesinato encargan esclarecer a Arturo.
A contrarreloj intenta cumplir su cometido y poner a salvo a Silke, la única que puede devolverle la cordura en medio del caos de la guerra.

Con un gran trabajo de documentación detrás Ignacio del Valle recrea perfectamente los días previos al final de la guerra, desde el punto de vista alemán, con un dominio de la Historia que le permite jugar con ella y hacernos partícipes a través de la mirada de Arturo, integrado en ella sin que resulte impostado ni artificial. Así vemos la caída de quienes se creyeron los amos de Europa y la carrera de unos por conseguir terminar una nueva arma que haría inclinarse la balanza nuevamente del lado alemán, la bomba atómica, y la de otros por impedirlo. Pero no sólo hay que frenar su desarrollo y utilización por parte alemana sino hacerse con ella.

Sus páginas no escapan a los horrores nazis pero no se recrea gratuita y morbosamente en ellos sino que los encuadra en el marco de unos ideales en los que creyó todo un país.

Si la novela me encantó por sus personajes, por una trama que poco a poco va encanjando, por la ambientación y la maravillosa recreación del ambiente bélico, el horror y la deshumanización. A través de esta narración nos lleva, sin precipitación, a un buen final.

"Y el pueblo no hizo nada [...] Hay una culpa colectiva, por ayudar o por taparse los oídos y desviar la mirada, porque no se equivoque, Hitler no se hubiera mantenido sólo con la Gestapo, las SS, la policía o las SA, hacía falta la connivencia del pueblo, y Hitler también empleó mucho tiempo en ganarse su apoyo..."

Una guerra que cambió el mundo para siempre. Cambió, incluso, la forma de hacer la guerra. Y si a unos les movían unos ideales (fanáticos y horribles sí, pero ideales) a otros les moverán en adelante los beneficios económicos.

"... para detener esa fuerza los americanos tuvieron que despertar todo su poder latente, sus recursos, toda su energía potencial, esfuerzo, coordinación: todo su nacismo. Una fuerza liberada que ya no se puede detener, un impulso cinético que reduce ciudades a cenizas aunque hayan levantado la bandera blanca porque detrás está el capitalismo que postula que las bombas son una mercancía costosa y hay que amortizarlas, no lanzarlas sobre campos o montañas, sino sobre hombres."

De nuevo (ya lo comenté en mi opinión sobre Dies irae) la pega que le pondría a la novela es el exceso de datos y personajes históricos que, en algunos casos, no aportan al desarrollo de la trama ni a la ambientación y sí que restan ritmo a la lectura y distraen la atención.


En este enlace podéis leer las primeras páginas.


Ficha técnica:

Editorial Alfaguara. Colección: Hispánica
Páginas: 432
Fecha de publicación: 03/06/2009
ISBN: 9788420423326
Precio: 20,00 €



xxxxx Buena lectura

8 comentarios:

  1. Una trilogía a la que le tengo ganas. Y aunque no haga falta, me gusta empezar estas cosas por el principio...
    Besotes!!!

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  2. Me encantaron estos tres libros (este ultimo tal vez el que más) y también todo lo que posteriormente he leido de Del Valle.
    Besos

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  3. No he leído el primero pero con nazis por en medio lo entiendo perfectamente. Esta vez me voy a saltar la lectura.
    un saludo.

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  4. No he leído ninguno pero tienen muy buena pinta =)
    Un beso

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  5. Tengo El tiempo de los emperadores... esperando en la estantería, y te confieso que no tenía ni idea de que era una trilogía! Leeré primero el anterior, a ver qué me parece. 1beso!

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  6. No tenía muchas referencias de estos libros. Aunque dices que se pueden leer de forma independiente intentaré leerlos por orden y sortear el exceso de datos que comentas.

    besos!

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  7. Pues yo ahora mismo estoy con Dies Irae. Es cierto que la parte histórica es más densa y que resta ritmo a la trama pero no se extiende mucho, no ocupa muchas páginas. Yo no soy mucho de trilogías, más bien huyo de ellas, salvo contadas ocasiones y esta que nos traes me parece interesante a priori pero la dejaré para más adelante. Besos.

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  8. Yo leí el segundo, pero no sabía que era una trilogía

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