No podía esperar más. Tras leer Memento mori hace dos fines de semana este pasado fue el turno de Dies irae. Sí, es una novela larga para un fin de semana lleno de niños y tareas domésticas pero es un libro que no puedes dejar de leer una vez has empezado.
Me gustó más la primera, quizás por eso, por ser la primera, por la sorpresa inicial de una buena historia y unos mejores personajes. El listón estaba muy alto. Puede que en ésta César Pérez Gellida rice un poco el rizo pero se le perdona y a cambio nos llevamos una clase de historia contemporánea. De hecho si Consummatum est estuviera publicado sería mi siguiente lectura. Así, sin empacho. Pero habrá que quedarse con las ganas. Está escrita y entregada a la editorial pero no sabemos cuándo la publicarán.
Sinopsis:
Tal y como ponemos leer en la página de Suma de Letras:
La acción de este thriller implacable arranca en la peculiar ciudad italiana de Trieste, frontera entre dos mundos. Augusto Ledesma elige el que fuera hogar de James Joyce como primer escenario para continuar su siniestra obra, que alimenta del aliento de sus víctimas y de la humillación de sus perseguidores. Hasta allí se trasladará el inspector Ramiro Sancho en su frenética y obsesiva persecución de un asesino en serie que parece haber acentuado su voracidad. Entretanto, al otro lado de la frontera, el psicólogo criminalista y exagente del KGB Armando Lopategui, «Carapocha», recorrerá las calles de Belgrado junto a su hija y ahora discípula con el propósito de zanjar cuentas con un pasado despiadado del que no logra despojarse. En otra vuelta de tuerca, a través de fugaces viajes en el tiempo, descubriremos cómo se fraguó la relación entre Pílades y Orestes y asistiremos a su sorprendente desenlace.
Tras el rotundo éxito de Memento mori, primera parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne, César Pérez Gellida nos conduce de nuevo por los complejos laberintos que conforman la mente criminal desde los ojos de sus protagonistas, ya sean víctimas, asesinos en serie, genocidas o quienes les persiguen. El inesperado desarrollo de los acontecimientos obligará al lector a pasar páginas en una ineludible búsqueda de respuestas.
Haciendo gala de un particular estilo cinematográfico aclamado por la crítica literaria, el autor nos envuelve en una trama adictiva, tejida a partir de un argumento sólido y pespunteado de poemas y canciones que componen una singular banda sonora del crimen.
Mi lectura:
Para leer Dies irae no es imprescindible haber leído previamente Memento mori pero sí aconsejable, sobre todo para entenderla bien, para comprender a todos los personajes y los giros con que el autor nos sorprende en esta segunda entrega.
Tras un duro prólogo escrito por Jon Sistiaga en el que nos habla de la mirada de las 200 yardas, esa mirada "de la desorientación, de la locura, de la guerra", una mirada que tienen muchos de los personajes de Dies irae, nos metemos de lleno en la Historia contemporánea. No en la narración inventada por César Pérez Gellida sino en la historia con h mayúscula, en la narración de los terribles acontecimientos que tuvieron lugar en los Balcanes que, aunque parezcan salidos de la mente de un escritor psicópata por desgracia sucedieron realmente y, lo que es peor, siguen sucediendo en la actualidad en tantos conflictos.
Y es que el autor traslada a los protagonistas de Valladolid a Italia y Serbia, lugares en los que la acción continúa donde la dejamos. Augusto Ledesma está en Trieste donde, tras un breve descanso de aclimatación, retoma "su obra". Esta vez sus objetivos serán más difíciles de alcanzar, se ha impuesto retos.
El inspector Sancho deja en Valladolid su depresión tras el fracaso de su intento por no cerrar el caso. Una llamada de Armando Lopategui, cuyo comportamiento da un giro en esta entrega y nos ofrece otra cara más de su compleja personalidad además de ser el nexo de unión de la trama con el trasfondo histórico, le hará volver a la acción y seguir la pista de Augusto hasta Italia. Entre Trieste y Belgrado tendrá lugar una persecución con final inesperado que no seré yo quien desvele.
Como veis no quiero contar demasiado, prefiero quedarme corta a desvelar los giros con los que César Pérez nos sorprende en esta entrega, que son varios, muy buenos e inesperados todos.
Lo que sí puedo decir es que en Dies irae conoceremos más profundamente a los protagonistas, sobre todo a Augusto Ledesma y a Armando Lopategui. Sabremos cómo se conocieron, cómo fueron sus sesiones, cómo murió la mujer de Armando y veremos una cara desconocida de él, será más protagonista en esta novela.
En esta ocasión tenemos un doble narrador. La historia está contada en tercera persona salvo la parte centrada en Augusto en la que él mismo nos ofrece su "visión" de manera que conocemos de primera mano la lucha interna de su dualidad Augusto-Orestes con un giro final sorprendente que no me esperaba.
La novela sigue la misma línea que su exitosa predecesora. La narración es muy limpia y cuidada, los personajes siguen creciendo en complejidad e interés y mantiene ese estilo cinematográfico, es muy visual y el ritmo no decae en ningún momento. También mantiene la presencia de la música de principio a fin, sin la cual Augusto no sería él, y de la poesía con la que firma sus crímenes.
Sin embargo no me gustó tanto como la primera entrega. En mi opinión, en la necesidad de situar al lector, de recordar la guerra de los Balcanes a quienes ya no la teníamos tan fresca o de contarla a lectores más jóvenes que eran niños cuando tuvo lugar, César Pérez Gellida peca de exceso y algunas partes de la novela la cantidad de datos es abrumadora y hace perder un poco el hilo de la trama principal.
Por otro lado sigo pensando que la tan aclamada banda sonora del libro está demasiado presente. Pero esto debe de ser un problema personal ya que no estoy muy puesta en música y alguno de los temas ni siquiera lo conozco. Aunque sí coincido en su gusto por Bunbury. Quizá sería buena idea lanzar una edición acompañada de un CD y escuchar las mismas canciones que Augusto Ledesma.
Dos pegas pequeñas que en nada restan
Como el propio autor nos comenta en una nota al final del libro: "El desenlace de la historia verá la luz próximamente en Consumatum est. Confío en que sigas con tantas ganas de leerlo como yo tengo de contártelo." Por mi parte estoy deseando leerlo. Que la espera sea corta...
Y, por último, me gustaría decir que si las comparaciones suelen ser odiosas en este caso aún lo son más. Entiendo que la editorial quiera comparar a César Pérez Gellida y su trilogía con Stieg Larsson y su Millenium por la buena aceptación que ésta tuvo. Pero no estoy para nada de acuerdo. Ni son lo mismo ni son comparables. A pesar del éxito de la novela nórdica, sobre todo en thrillers y novela negra o policíaca, tenemos autores españoles que escriben mucho mejor. César está entre ellos.
En este enlace podéis leer las primeras páginas de la novela.
Ficha técnica:
Editorial Suma de Letras. Colección: Conspicua
Páginas: 552
Fecha de publicación: 09/10/2013
Género: Novela policiaca
ISBN: 9788483655375
Precio: 19,00 €; ebook: 8,99 €
xxxxx Buena lectura
Pues yo estoy con Memento Mori, y con muchas ganas de ponerme con éste.
ResponderEliminarBesos!!
Paso de puntillas porque lo tengo pendiente. En cuanto lo lea vuelvo y hablamos =)
ResponderEliminarUn besito!
Tengo que ponerme con el primero, pero son tantas las buenas reseñas que me da un poco de miedo que me decepcione... 1beso!
ResponderEliminarMe pasa como a Tizire, que aún no he leído el primero. Y tengo un poquito de miedo, que las expectativas, después de tantas buenas reseñas, están muy altas.
ResponderEliminarBesotes!!
Lo de compararlo con Stieg Larson no deja de ser un reclamo. Lo cierto es que nada tiene que envidiarle nuestro autor al sueco
ResponderEliminarEmpiezo a leerlo esta semana, así que ya me pasaré por aquí. Besos.
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