De esta novela me atrajo su título, para qué nos vamos a engañar. No sé la causa. Quizás porque las vacas son unos animales que siempre me han gustado. La sinopsis tampoco me disgustó así que se coló en mi carta a los Reyes Magos. Gran error.
Luis J. Esteban Lezaun
Nacido en Zaragoza en 1972, es licenciado en Derecho y en Ciencias Policiales. En la actualidad, es inspector jefe de policía en Manacor y anteriormente fue responsable del Grupo de Operaciones Especiales (G.O.E.S) en Barcelona. El inspector que ordeñaba vacas es su primera novela.
Televisivamente se dio a conocer en el programa Pasapalabra, de Telecinco, donde permaneció imbatible durante treinta emisiones.
Sinopsis:
«Me llamo Ignacio Azcona. Fui inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía, responsable de la Sección de Estupefacientes de la Brigada Judicial de Barcelona. Ahora vivo semiescondido en una granja, en plena selva atlántica del sur de Brasil, a unos pocos kilómetros de la costa. Disfruto de una apacible calma interior y de una razonable felicidad. No siempre fue así.»
El protagonista de esta novela se ve obligado a desarrollar una investigación secreta, eludiendo el control de sus jefes. Diversos funcionarios y altos mandos policiales pueden estar involucrados en una sórdida red de prostitución infantil. A ello se suman una serie de problemas afectivos que provocarán en el agente un estrés insoportable. Afortunadamente, la inesperada ayuda de un misterioso club de científicos hará más llevadera la situación.
Mi lectura:
El inspector que ordeñaba vacas es la historia de cómo Ignacio Azcona, inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía, responsable de la Sección de Estupefacientes de la Brigada Judicial de Barcelona, acaba viviendo una vida apacible pero oculto en el sur de Brasil.
A raíz de una información que le pasa el Guti, su confidente, se ve inmerso en una investigación secreta, al margen de sus mandos, en la que altos cargos, mandos policiales, funcionarios... están implicados en una trama de prostitución infantil organizada por una peligrosa mafia rusa. El miedo por el riesgo que entraña la operación y el hecho de que empiecen a seguirle le sume en un estado de ansiedad que afecta a todos los órdenes de su vida. Por ello consulta con su amigo, que casualmente es psiquiatra, quien le propone asistir a las sesiones del club, donde podrán ayudarle. A partir de este momento la trama policial pasa a un segundo término y el relato se convierte en una explicación teórica del "método" del club y de cómo Ignacio la lleva a la práctica con excelentes resultados.
La novela está narrada en primera persona por el protagonista, Ignacio Azcona, alternando dos escenarios y dos momentos temporales: Brasil, donde ahora se encuentra viviendo una vida tranquila y apacible; y Barcelona, donde nos relata cómo y por qué llegó a su situación actual.
El hilo ambientado en Brasil nos transmite sosiego y tranquilidad. Ignacio vive integrado en una pequeña comunidad rural que vive de su trabajo sin grandes preocupaciones, donde todos se ayudan y donde parecen poner en práctica las tesis del club de forma natural. En contraposición, en Barcelona vive con prisas, sin apenas tiempo para nada que no sea su trabajo el cual le produce estrés y ansiedad.
La idea de contraponer los dos mundos y estilos de vida me parece acertada. Sin embargo Esteban Lezuán se repite hasta la saciedad tanto en uno como en otro escenarios, relatándonos una y otra vez las bondades del primero sobre el segundo.
El estilo narrativo de Luis J. Esteban es bastante encorsetado y emplea, yo diría que abusando, palabras y expresiones rebuscadas y obsoletas, restando fluidez al relato e impidiendo la identificación con el personaje así como la credibilidad de los diálogos.
Por ejemplo, cada vez que la narración transcurre en un bar o restaurante los personajes piden o el camarero trae "la comanda". Siendo una expresión correcta para el pedido de un restaurante, no así en un bar, no es una palabra de uso común y tiene otros sinónimos que emplear sin caer en la repetición exasperante.
La trama policial de la novela habría dado para mucho más si el autor se hubiera centrado en ella y no se hubiera desviado hacia el libro de autoayuda. Una historia que llega, sin muchos tropiezos, a un final esperado. Y es que se nota que el Esteban Lezáun conoce la policía, sus modos de actuar y sus entresijos desde dentro.
Por más que me parezca que el método descrito es de lo más razonable y acertado para combatir la ansiedad y el estrés y mantener una vida saludable física y mentalmente cuando compré el libro lo hice guiada, además de por un título atractivo, por la combinación de "el suspense policíaco con la espiritualidad" (como se reseña en la página de la editorial). Sin embargo me encontré con una novela en la que falta mucho de lo primero y lo segundo abunda desviando la poca atención que mantuvieras en la trama.
Por todo ello, y sintiéndolo mucho, no es una lectura que recomiende.
En este enlace podéis leer el primer capítulo.
Ficha técnica:
Autor: Luis J.Esteban Lezáun
Plataforma editorial. Colección: Ficción
Formato: Rústica con solapas
ISBN: 978-84-15750-45-1
Páginas: 384
Precio: 19.00 €
xxxxx Buena lectura
La verdad que a mi también me había llamado la atención el título, porque es que además las vacas me caen bien :) Luego la sinopsis no me llamaba tanto, porque prostitución infantil y mafias no son temas que me atraigan precisamente. Pero si además la parte "espiritual" abunda más que el procedimiento policial pues apaga y vámonos, que hay muchos libros esperando ;)
ResponderEliminarBesos
Tomo noto y me olvido del título.
ResponderEliminarUn saludo.
Vaya, la sinopsis prometía pero parece que al autor se le fue la mano a la hora de presentarnos la trama. Una pena. Saludos.
ResponderEliminarEste lo dejo pasar, gracias por la reseña, besotes
ResponderEliminarBuff, ya también sentí atracción por el libro, pero leyendo tu reseña lo descato por completo.
ResponderEliminarPos vaya! Los Reyes cumplieron su cometido pero tu elección fue un desacierto. Yo también hubiera caído con ese título pero claro, luego el interior es lo que nos puede defraudar como es el caso. Besos.
ResponderEliminarA mi también me llamaba el argumento así que te deseo más suerte con tu próxima lectura, un besote
ResponderEliminarNo conocía este libro. Y por lo que cuentas, no creo que me anime.
ResponderEliminarBesotes!!
LA verdad es que es un título que atrae, pero por lo que cuentas, no creo que me anime con su lectura.
ResponderEliminar¡Un beso!
Pues yo lo leí y me encantó. Pero, vamos, para gustos los colores. En cuanto al estilo narrativo del autor, me parece correcto, ameno y, en ocasiones, emocionante.
ResponderEliminarsaludos.
Pues no sabes lo que me alegro. Siempre me sabe mal reseñar negativamente una novela pero no sería honesto por mi parte no hacerlo.
EliminarInsisto en que los gustos son muy personales. Eso sí, hay cosas objetivas. Y creo que es objetivo decir que el estilo narrativo es más que correcto, sobre todo para un escritor novel. Otra cosa es que la temática no sea de tu agrado. En mi caso concreto, me interesan los temas de psicología, autocontrol, ansiedad, etc., y el autor los trata con mucha precisión. Creo que puden aprenderse cosas de ahí. Por lo demás, Vargas Llosa hay muy pocos.
Eliminarsaludos.
A mí también me encantó. No entiendo cómo puedes pisotear así un libro que sí merece la pena leer.
ResponderEliminarEl escritor es un figura. Lo ha demostrado de sobra en el concurso Pasapalabra.
Me alegro de que tanto el autor como la novela te gusten pero no creo que ganar un concurso de televisión te acredite como escritor.
EliminarHe expresado mi opinión personal sobre la novela y, como tal, es eso, personal. A mí no me ha encantado la novela, a ti sí. Respetable y entendible, sobre gustos no hay nada escrito.