En mi última compra de libros electrónicos se vino a mi lector, entre otros títulos, Los cuerpos extraños, de Lorenzo Silva.
Después de leer toda la serie protagonizada por la pareja de guardias civiles Bevilacqua y Chamorro, no podía perderme esta última entrega, la octava ya. Y es que este par son un ejemplo de ese grupo de personajes a los que respetas y les tienes cariño.
Sinopsis:
Mientras pasa el fin de semana en familia, el brigada Bevilacqua recibe el aviso de que el cadáver de la alcaldesa de una localidad levantina, cuya desaparición había sido previamente denunciada por el marido, ha sido hallado por unos turistas en la playa. Para cuando Bevilacqua y su equipo llegan y se hacen cargo de la investigación, el juez ya ha levantado el cadáver, las primeras disposiciones están tomadas y se está preparando el funeral.
El lugar es un avispero en el que se desatan todo tipo de rumores sobre la víctima, una joven promesa que venía a romper con los modos y corruptelas de los viejos mandarines del partido y que apostaba por renovar el modo de hacer política. Además, el descubrimiento de su agitada vida sexual, que puede calificarse de todo menos insípida, arroja sobre el caso una luz perturbadora.
Pero no hay mucho tiempo para indagar y en esta ocasión Bevilacqua y Chamorro deben apresurar una hipótesis en un fuego de intereses cruzados, en el que la causa de la joven política es también la causa de la integridad personal, de la que el país entero parece haberse apeado
Mi lectura:
Después de ganar el Premio Planeta 2012, Lorenzo Silva vuelve a Destino con Los cuerpos extraños, la octava entrega de la serie Bevilacqua si contamos el libro de relatos Nadie vale más que otro, en la que la pareja protagonista tendrá que intentar esclarecer un asesinato en medio de una trama de corrupción política y urbanística ambientada en el levante español. Un tema, como todos los de la serie, muy de actualidad en el momento de la publicación.
Una llamada interrumpe la celebración del cumpleaños de la madre de Bevilacqua. En ella el comandante Rebollo le encarga la investigación de la muerte de la alcaldesa de una localidad levantina.
"- [...] Ha aparecido muerta una alcaldesa.
- Tenía que acabar pasando -opiné, arrepintiéndome casi en el acto de mi irreverente espontaneidad.
- Confío en que seas capaz de disimular tu satisfacción -me afeó- porque te va a tocar a hacer como que te interesa que se castigue al culpable."
Sin embargo, la alcaldesa asesinada es una política con una carrera intachable, que llega al ayuntamiento de su ciudad para cambiar las cosas y demostrar que otra forma de hacer política es posible por esos lares. No lo tendrá fácil. Por si el ambiente de corrupción del ayuntamiento, con mafia de por medio, no enturbiara el caso lo suficiente la alcaldesa llevaba una vida sexual a espaldas de su marido que amplía el abanico de móviles y sospechosos.
En el plano personal las vidas de nuestros protagonistas avanzan a tiempo real en cada entrega. Mientras que a Vila le conocemos una relación sentimental peculiar, con una jueza de una entrega anterior y de la que no sabíamos nada, su hijo ya es veinteañero y estudia una carrera universitaria. Por su parte, Virginia está ya cerca de la cuarentena y ninguna relación termina de cuajar.
Creo que este punto es un acierto de Silva. Los personajes van madurando con el escritor y con el lector de manera que los sentimos más cercanos, más humanos y menos simples actores de una obra.
Desde El lejano país de los estanques, primera entrega, me quedé enganchada a la serie.
Con un protagonista alejado del estereotipo de hombre alcohólico y con problemas personales típico del género, Rubén Bevilacqua ni siquiera fuma. Aunque está divorciado mantiene una relación civilizada con su ex-mujer y lo más cercana posible a su hijo. Psicólogo metido a guardia civil, escéptico por naturaleza, con un sentido del humor que me encanta, tiene en Virginia, la sargento Chamorro, a una compañera y amiga, leal, trabajadora y práctica, aunque un poco seca.
A ellos dos se han ido sumando y ganando protagonismo poco a poco algún personaje más, igual de creíbles en su normalidad.
Y si los personajes nos llegan como cercanos y nos los creemos ocurre lo mismo con los argumentos que desarrolla Lorenzo Silva en sus entregas. En todas ellas se toca un tema de actualidad en el momento de la publicación, y todas están muy bien ambientadas en el escenario elegido en cada caso.
Uno de los puntos fuertes de Lorenzo Silva son los diálogos. Y en Bevilacqua el autor tiene al interlocutor perfecto. Inteligente, agudo, irónico y rápido en la respuesta. Tampoco se queda corta Virginia y entre los dos forman un equipo perfecto.
Además de ellos Silva nos regala un montón de buenas frases y reflexiones.
" [...] No se culpe. Lo que pudo haber sido nunca importa. Por algo no fue."
A pesar de todo lo anterior Los cuerpos extraños no me pareció la mejor entrega de la serie. Quizá debido al tema de la corrupción, cuya investigación es lenta. Me dejó la sensación de que esa lentitud se transfería a la novela haciendo la trama un poco pesada.
Por lo demás es un título cuya lectura recomiendo y que disfrutarán aún más los lectores asiduos a esta pareja de guardias civiles.
En este enlace podéis leer el primer capítulo.
Ficha técnica:
Ediciones Destino
Colección: Áncora & Delfin
Volumen 1297
Fecha de publicación: 03/06/2014
352 páginas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-233-4829-9
Presentación: Rústica con solapas
Precio: 18,50 €; electrónico: 9,99 €