lunes, 3 de febrero de 2014

El hombre en el olvido, Christina McKeena

El miércoles pasado llegó a mi casa El hombre en el olvido, de Christina McKenna. Lo había visto en la página web de la editorial Malpaso y reseñado en algún blog, y me llamó la atención. Me fue imposible apartar los ojos de la cara del niño que ocupa la portada. La sinopsis me atrajo y comentarios como los que siguen terminaron de convencerme.

«McKenna logra alternar la mejor comedia social con capítulos estremecedores donde se descirbe la sórdida infancia del protagonista.» Kirkus Reviews
«Esta novela es mucho más de lo que apuntan las descripciones. Un relato soberbio, una historia entrañable y desgarradora que permanece contigo cuando la lectura ya es sólo un recuerdo.» Amazon
«Una novela única, excepcional: los personajes están definidos con delicados trazos, el escenario y la época están perfectamente plasmados, la historia te hechiza. Uno de los libros que más me ha gustado en muchos, muchos años.» Goodreads




La leí este fin de semana. Desde la primera página me metí en una historia en la que quedé atrapada.



Sinopsis:

Dijo un sabio ignoto que la memoria es un delicado mecanismo para la administración del olvido porque en caso contrario los recuerdos nos abrumarían. Jamie McCloone vive abrumado por las ferocidades de su pretérito imperfecto entre los muros de un siniestro orfanato. Es un alma de Dios acosada por el espectro de una infancia inclemente: el niño que nunca fue lo persigue con obstinación y sin piedad. Ahora necesita el calor de otro ser humano, pero lo buscará en un lugar insospechado.
Lydia Devine no tiene nada que reprocharse: ha sido la hija modélica de un beato cerril y una arpía con ínfulas de archiduquesa, ha instruido abnegadamente a los alumnos de una escuela rústica, ha vestido su cuerpo con admirable recato y ha alcanzado los cuarenta años sin conocer el trato carnal. Le falta una llama imprecisa e irá en su busca a un lugar insólito. Jamie y Lydia vagan hacia una intersección de destinos que se escribió en los más oscuros laberintos del pasado. Y que desde luego no imaginan.
En torno a ellos danza sobre el escenario irlandés una compañía de personajes trazados con pinceladas exactas: el bendito Paddy y la infatigable Rose, el ceñudo tabernero O’Shea, la alegre Daphne, la impúdica Gladys, el camorrista Chuck Sproule, la diabólica meapilas Maisie Ryan, la simpática comadre Doris Crink… Y, por supuesto, los miserables carceleros del hospicio. Juntos representan la sutil paradoja de un drama que desgarra el corazón y dibuja sonrisas en los labios. La inesperada pluma de Christina McKenna nos abre los ojos y los cerrojos de la memoria con una historia inolvidable.


Mi lectura:

Jamie McCloone es un granjero cuarentón que intenta esconder tras alcohol, tabaco y comida grasienta los recuerdos de una terrible infancia. Ahora que su padre adoptivo ha muerto y se ha quedado solo estos han vuelto.

"Con la muerte de Mick, el recuerdo de aquel niño que respondía a un número y no a un nombre había vuelto a aflorar. El chiquillo asustado y solitario, envuelto en tinieblas arrasadas por el viento, había regresado para acosarlo día y noche." p. 56

Lydia es la abnegada hija de un pastor, muerto hace unos años, y una madre egoísta, controladora y manipuladora. Esta víctima de una extrema educación puritana es maestra y, con cuarenta años, sigue siendo virgen.

"Las necesidades de su madre siempre se anteponían a las suyas y Lydia nunca se preguntaba por qué. Semejante obediencia y respeto habían sido el producto de la educación presbiteriana que le había dado su padre. [...] El cuarto mandamiento, ese que nos exige honrar a nuestros padres, tuvo un peso excesivo para Lydia."

Ambos se sienten solos y ambos encuentran una posible solución, aconsejados por sus respectivos amigos, en la columna Corazones solitarios de un periódico. El destino hará que sus caminos se crucen.


Ambientada en 1974 en una Irlanda dominada por la religión cristiana, mayoritariamente católica, nos encontramos con la historia de unos personajes que, instruidos, dominados e influidos por esa religión tienen un excéntrico comportamiento.

Nuestros dos protagonistas tienen en común los problemas afectivos y la soledad así como la intención de ponerle remedio. Desde el principio empatizas con ambos. Es imposible no encariñarse con un Jamie desvalido, con su ceceo y todo, al que dan ganas de abrazar y proteger más aún cuando se conoce la infancia por la que tuvo que pasar. Lo mismo ocurre con Lydia, quien no quiere ir sola a otra boda más, tan considerada, tan atenta con todos, dejando a un lado sus propios intereses y necesidades.
Christina McKenna nos dibuja unos personajes entrañables, incluidos los secundarios, que se mueven en una comedia social con escenas costumbristas realmente divertidas que nos arrancan más de una sonrisa. Todos ellos están perfectamente construidos.

Pero la narración no es lineal sino que en esta preciosa y tierna historia se intercalan capítulos en los que conocemos cómo fue la terrible infancia de Jamie en un orfanato católico donde estuvo sometido, como tantos otros niños, a abusos físicos, psíquicos y sexuales, de los que transcribo dos pinceladas sin caer en el morbo de las escenas más duras.

"Tenían menos de diez años, pero ninguno sabía su edad o lo que significaba un cumpleaños. [...] Durante su larga estancia en el orfanato, nadie los había abrazado o les había sonreído. Jamás habían comido carne y usado un cuchillo y un tenedor. No conocían el placer de bañarse en agua caliente o el tacto de las sábanas de algodón contra la piel." p. 70

"A su alrededor se revolvían los hábitos de las monjas, siempre tan buenas y abnegadas, que cuidaban las ropas a su cargo. [...] Una monja desfilaba arriba y abajo. [...] Raramente hablaba, el palo era su voz." p. 226

En esos capítulos Christina McKenna denuncia las condiciones en los que, durante décadas, miles de niños se vieron obligados a vivir, y su narración es, en este caso, dura y directa, sin disfraces. Viviremos espantosas escenas de la mano de unos niños privados de todo, incluso de su identidad, que nos llevan al borde de las lágrimas. Hombres y mujeres, curas y monjas, cuya vida debería estar dedicada a servir a Dios y a su pueblo, se convierten en seres sádicos, malvados y crueles que torturan a niños. ¿Dónde estaba la Iglesia? ¿Cómo es posible que unos castigos tan extendidos fuesen consentidos y perpetuados en el tiempo? Porque no olvidemos que las lavanderías de la Magdalena no se cerraron hasta 1996. ¿Cuántos culpables hay de tanto sufrimiento por acción o por omisión?
Todos los países tenemos algún episodio del que avergonzarnos. Este es el de Irlanda.

La autora consigue pasar de la comedia al drama con facilidad y equilibrio, moviéndose magistralmente en ambos. De su mano pasamos de la sonrisa o la ternura a tener un nudo en la garganta al tratar de contener el llanto y otro en el corazón por la rabia de saber las miserias a las que esos niños fueron sometidos.
Frente a la maldad encerrada tras los muros del orfanato en el que Jamie se encontraba, Christina nos muestra la bondad de sus vecinos, Paddy y Rose, siempre dispuestos a echarle una mano en cuanto necesite sin pedir nada a cambio, o del doctor Brewster. Y nos deja la esperanza de algo mejor.
Asimismo consigue mantener cierto misterio sobre la relación de Jamie y Lydia, aunque el final es un poco predecible.

Todo ello conforma un libro que, si bien tiene un buen comienzo y te engancha desde él, va de menos a más. No os echéis atrás con él a causa de la parte más dura. Realmente es uno de los mejores libros que he leído en meses, con una historia que me sigue acompañando aún después de terminada su lectura y que seguirá conmigo mucho tiempo.

Por último me gustaría resaltar que la edición está muy cuidada, un libro de tapa dura con los bordes de las hojas tintados de verde, cosa que me sorprendió. Un merecido envoltorio para una gran historia.

Absolutamente recomendable. No la dejéis pasar.


Ficha técnica:

Autor: Christina McKenna
Título: El hombre en el olvido
ISBN 978-84-15996-01-9
304 páginas
Precio: 23€

Muchas gracias a la editorial Malpaso por el ejemplar.



xxxxx Buena lectura

6 comentarios:

  1. Sí que lo has disfrutado. No lo conocía así que me lo llevo apuntado.
    Besotes!!!

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  2. La editorial está haciendo una selección genial. Lo tendré en cuenta entre mis pendientes.

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  3. Ya sabes que el libro me gustó. Jamie es un personaje recordable, se hace querer ¿Y Paddy y Rose? ¡¡Qué amigos!!. A mi también me llamó la atención y destacaba ese equilibrio entre drama y comedia, pero haciéndote más veces sonreír, aunque es verdad que el drama cuando golpea lo hace duro.

    Besos

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  4. Lo pensaré. Veo que te ha gustado de verdad, pero la historia ahora mismo no me atrae demasiado.
    Un saludo.

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  5. Me gusta todo lo que nos cuentas, imposible quitar la vista de la carita del niño. Voy a tener en cuenta esta editorial.
    Besos

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  6. Reconozco que la dureza de la temática y la portada tan triste me echaba para atrás, hasta que empecé leer buenas impresiones que invitan a conocer de cerca la historia. 1beso!

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